La Real Academia Española (RAE) define a la disforia como “estado de ánimo de tristeza, ansiedad o irritabilidad” por lo que su antónimo sería la euforia.
Se trata de un término que se utiliza para referirse a una profunda sensación de incomodidad y aflicción que puede generarse cuando el sexo biológico no coincide con su identidad de género; en el pasado, esto se denominaba trastorno de identidad de género. Cabe mencionar que puede ocasionar una grave inconformidad, ansiedad, depresión, autolesiones, trastornos alimentarios, abuso de sustancias y otras afecciones de salud mental.
El diagnóstico de disforia de género se incluye en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), este diagnóstico se creó para ayudar a las personas que lo padecen a tener acceso a atención médica y a un tratamiento eficaz. Es importante mencionar que la disforia de género se centra en la incomodidad como problema, más NO en la identidad.
Es de suma importancia que las personas que sufren de disforia de género reciban la adecuada atención médica ya que de lo contrario, podrían estar en riesgo de tener pensamientos suicidas o intentos de suicidio. Entre las opciones de tratamiento están: la expresión y el rol de género, terapia hormonal, cirugía y terapia conductual.
Samantha Aguilar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario