Marcado por la muerte de su madre y acechado por la
misma pesadilla: su madre enferma de cáncer de pulmón en cama siendo aliviada
con dosis de morfina y él siendo testigo de su dolor lleno de rabia, de dolor y
de impotencia. A su muerte se prometió convertirse en doctor para ayudar a los
más desprotegidos. Fue así como el apodado Doctor
Muerte, mató a más de 200 pacientes.
Nacido el 14 de enero de 1946 en el condado de
Bestwood en Notthingham (Inglaterra), Harold
Frederik Shipman se crió en una familia metodista, devota y humilde junto a
otros 3 hermanos. Su padre, conductor de camiones, pasaba el día en la
carretera mientras su madre cuidaba de ellos por lo que su vínculo con ella fue
muy especial razón por la cual, su muerte lo marcó como ninguna otra cosa. En
1965 decidió estudiar en la Universidad de Medicina de Leeds.
Siempre disponible, competente y muy trabajador, el
doctor Shipman era muy querido por
sus enfermos, sobre todo por las del género femenino, quienes llegaban a verlo
como un amigo por su trato cordial y cercano y lo describían cariñosamente como
el médico de la tímida sonrisa.
En1975, comenzó con sus asesinatos. Su primera
víctima demostrada fue Eva Lyons,
después de ella los asesinatos se fueron sucediendo de forma lenta ya que no
quería levantar sospechas. Su modis
operandi siempre fue el mismo: elegía a enfermos que le caían mal, normalmente
mujeres mayores de 75 años, sin importarle el grado de dolencia acudía a sus
domicilios y les administraba una dosis letal de morfina, para luego marcharse
y cuando le avisaban de la muerte del enfermo, extendía un certificado de defunción
alegando causas naturales.
En 1992 los asesinatos comenzaron a ser contantes
cuando abrió su propio consultorio. Durante 5 años atendió a más de 3 mil
pacientes y más de un 10% murió en extrañas circunstancias. Según un informe
oficial, Shipman asesinó a 37
enfermos en 1997 y en 25 años, certificó la muerte de 521 personas.
El 24 de junio de 1998 falleció Kathleen Grundy, en su domicilio después de la visita de Shipman. La hija de la víctima y
heredera legítima acudió al notario para levantar el testamento y se encontró
con la sorpresa de que su madre lo había cambiado siendo el único heredero su
médico Harold Frederik Shipman por
lo que la joven lo denunció alegando que tenía motivos económicos para asesinar
a su madre, razón por la cual el comisario Bernard
Postles reabrió la investigación, exhumó y analizó el cadáver de Grundy y hallaron rastros de morfina. A
partir de esto, se desenterraron 12 cuerpos más y al comparar los análisis, se
confirmó que todos coincidían en las dosis de morfina.
La policía lo detuvo el 7 de septiembre de 1998, su
juicio inició el 5 de octubre de 1999 y el 31 de enero del 2000, el jurado lo
encontró culpable de asesinato y el juez lo condenó a 15 cadenas perpetuas
consecutivas con la recomendación de que nunca fuese liberado. Sin embargo,
ante la sospecha de que Shipman
había matado a más de 15 personas, se abrió otra investigación judicial.
Durante esta investigación la magistrada del
Tribunal Supremo Janet Smith examinó
un total de 888 muertes de pacientes de Shipman.
La investigación concluyó el 19 de julio de 2002 y señaló al Doctor Muerte como uno de los mayores
asesinos en serie de la historia al matar con morfina a al menos 215 pacientes
desde 1975.
“Yo puedo curar o puedo matar. Soy un médico y en
mis manos está el poder de la vida y la muerte. No soy un instrumento de Dios;
cuando estoy con un paciente, yo soy Dios. Soy un ser superior”.
Samantha Aguilar