Desde el inicio del catolicismo, solo los hombres han tenido el
privilegio y el honor de poder ser la figura más importante de la Iglesia… “Papa”;
sin embargo corren rumores de que una mujer, entre los años 855 y 857, se hizo
pasar por hombre y fue elegida papa con el nombre de Benedicto III, razón por la
cual surgieron los palpatis.
El palpati es un trabajo
que muy pocos quisieran tener ya que tiene el honor de confirmar que el papa
elegido es hombre, tal vez se pregunten ¿cómo lo hacían? Metían la mano debajo
de su túnica y palpaban para comprobar que el sumo pontífice tuviera testículos.
El papa elegido debía sentarse en el sedia stercoraria, un asiento diseñado para esta tarea ya que cuenta con un agujero
por donde debía dejar caer su escroto y así darle libre acceso al palpati, quien gritaba “Duos habet et bene pendentes”
(“tiene dos y cuelgan bien”) tras comprobar su
existencia.
Aunque el Vaticano niega la existencia de la Papisa Juana así como
la de los palpatis, la sedia
stercoraria se está expuesta en el Museo Vaticano.
Samantha Aguilar