Los chaneques son conocidos en el sur de México como pequeños duendes traviesos que esconden cosas y que hacen que los niños se pierdan. La leyenda de los chaneques nació desde la época prehispánica, ya que son criaturas de la mitología mexica.
Para la mitología mexica, estos duendes se conocían como “ohuican chaneque”, una expresión náhuatl que se traduce en “los seres que habitan en los lugares peligrosos”; eran considerados deidades que protegían la naturaleza. Se caracterizan por ser de muy baja estatura, por ser muy mentirosos y dejar pequeñas huellecitas blancas a su paso; según esta mitología, los chaneques pueden asustar tanto a la gente que corren el riesgo de perder su tonalli, es decir, la suerte o destino con el que uno nace según el calendario prehispánico de Anáhuac.
En Veracruz, los chaneques son vistos como entidades que pueden ser tanto buenas como malas y están asociadas al dios de la tierra y el agua (Chane o Chaneco). Se les describe como muy parecidos a niños pequeños y que aman hacer travesuras.
Sus atributos, características y morada pueden variar de acuerdo con las tradiciones de las culturas locales. Actualmente las leyendas de los chaneques siguen vivas en los estados de Veracruz, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Yucatán, Puebla, Michoacán y Guanajuato. Cabe mencionar que en cada región se tiene un amuleto para protegerse de ellos.
Samantha Aguilar
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