Actualmente es muy común sellar una promesa uniendo nuestros meñiques, a lo que conocemos como Pinky Promise, la cual es una promesa con el meñique o un juramento con el meñique; y cuyo compromiso NUNCA debe romperse.
El famoso Pinky Promise fue originado en Japón. Según el Diccionario de folclore japonés la promesa del meñique se remonta al período Edo (1603-1867) y se le conoce como yubikiri genman (指切りげんまん), que se traduce como cortarse los dedos. De hecho, durante este periodo algunas mujeres se amputaban el dedo meñique como símbolo de amor a sus maridos.
Como pueden ver, un origen bastante oscuro para el mundialmente conocido Pinky Promise ya que originalmente establecía que la persona que rompía el pacto debía cortarse el dedo meñique como castigo.
La historia del Pinky Promise se remonta a antiguas tradiciones asiáticas, donde se cree que la energía vital de una persona se concentra en su dedo meñique, por lo que entrelazar los meñiques de dos personas crea un vínculo sagrado y establece una promesa irrompible. Poco a poco esta práctica se extendió por todo el mundo, adaptándose a diferentes culturas y contextos.
Definitivamente se trata de una de las promesas más fuertes que se pueden hacerse con alguien sin firmar un contrato de sangre.
Samantha Aguilar
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