A
lo largo de la historia, ha habido muchos crímenes sin resolver en los Estados
Unidos, sin embargo uno de los más frustrantes y desconcertantes es el
asesinato de Valerie Percy.
El
crimen ocurrió la madrugada del 18 de septiembre de 1966…
El
asesino utilizó un cortador de cristales para ingresar por la puerta trasera a
la mansión ubicada en el Lago Michigan, atravesó silenciosamente el vestíbulo,
subió las escaleras y sin pensarlo 2 veces, se dirigió directo a la habitación
de Valeire; este hecho llevó a los investigadores a creer que el sujeto conocía
la casa a la perfección ya que la mansión contaba con 17 habitaciones.
Valerie
había tenido un día bastante agitado por lo que cayó rendida en la cama por lo
que no escuchó entrar al intruso y cuando por fin despertó, era demasiado
tarde. Una mano tapaba su boca mientras que otra le clavaba repetidas veces un
puñal en el abdomen.
Finalmente
el sujeto fue interrumpido cuando Lorraine, la madre de Valerie, entró a la
habitación y al encontrase con una silueta al lado de la cama de su hija, corrió a activar la alarma y despertar a su
marido. Exactamente a las 5:05 am la sirena rompió el silencio, inmediatamente
Charles llamó a su vecino, quien era doctor, para que atendiera a su hija sin
embargo era demasiado tarde, el cuerpo ensangrentado de Valerie yacía inerte sobre
la cama.
La
autopsia revelaría después que la joven no sólo había recibido 10 puñaladas en
la garganta y en el tórax sino que también el asesino la había golpeado en la
cabeza repetidas veces con un objeto contundente.
Este
crimen llamó mucho la atención debido a que Valerie era la hija de Charles Percy, un hombre de negocios
con muchos contactos y candidato a senador por el partido republicano; lo que
llevó a que el jefe del FBI J. Edgar Hoover, se interesara
personalmente en el caso.
Debido
a la brutalidad de los hechos y la forma en que entró el asesino a la casa, los
principales sospechosos fueron personas cercanas a la familia sin embargo, la
investigación no dio frutos.
Con
el pasar de las semanas, se hizo más y más evidente que la muerte de Valerie no
se resolvería rápidamente además de que las extrañas “confesiones” que se
presentaron, no eran de ayuda. En total, 19 hombres admitieron estar implicados
en el crimen por lo que los investigadores perdieron valioso tiempo siguiendo
estas pistas falsas.
Un
año después Fred Malchow, un ladrón
profesional, se convirtió en una persona de interés para la investigación, sin
embargo al interrogarlo, Fred negó cualquier participación en el asesinato.
Tiempo después, uno de sus compañeros de celda informó a la policía que Malchow
le había confesado el crimen, por desgracia antes de que pudieran volverlo a
interrogar, Fred escapó de prisión y al verse rodeado, saltó de un puente
perdiendo la vida.
Tres
años después de la muerte de Malchow, otro recluso se presentó ante las
autoridades para afirmarles que Fred también le había confesado el asesinato de
Valerie Percy. La verdad es que hasta el día de hoy esto no se ha podido
confirmar por lo que el expediente sigue abierto y existe una recompensa de 100
mil dólares a quien tenga información contundente sobre el caso.
Samantha Aguilar
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