No existe ciudad ni
pueblo, alrededor del mundo, que no cuente con su propia historia de fantasmas
y que no tenga su casa embrujada, aquella que de pequeños y no tan pequeños nos
asusta y hace volar nuestra imaginación, creando así una serie de historias que
a lo largo de los años se toman como
reales. Sin embargo, no todas estas historias son inventadas y una de
ellas pertenecientes a la Ciudad de México es la de la llamada Casa Negra.
Ubicada en la Colonia Roma en el número 191 de la Avenida Álvaro Obregón
equina con Insurgentes, esta impresionante
casona porfiariana nunca ha podido ser rescatada y es que, según
cuentan, en este lugar se dan cita un gran número de fenómenos paranormales que han aterrado a todos los que han
tratado de pasar la noche ahí.
Se podría pensar que la Casa Negra sería un refugio ideal para los vagabundos sin embargo, se dice que todas las personas que han tratado de pasar la noche ahí han salido corriendo despavoridas por las fuertes experiencias paranormales.
La historia se remonta a 1736 cuando el Valle de México
se vio azotado por una epidemia de tifo, se cuenta que varios cuerpos fueron
encontrados en este lugar, tanto hombre como mujeres que contagiados de esta
terrible enfermedad y sin ningún lugar a donde ir, se refugiaron en esta casa y
esperaron a morir.
Muchos años después, fue la residencia de la familia
Mondragón, pero un día tanto los padres como sus 3 hijos amanecieron muertos, sin
esclarecerse el motivo de su fallecimiento y al no haber parientes cercanos, el
lugar se convirtió en propiedad de gobierno.
Actualmente la casa se encuentra llena de grafitis y
afuera hay un gran número de puestos ambulantes, lo que ha hecho que muchos
olviden lo terrorífico del lugar…
Cuentan que pasadas las diez de la noche, la temperatura
desciende drásticamente y comienzan a escucharse ruidos, las puertas empiezan a
abrirse y cerrarse, los ruidos se convierten en voces y gritos de sufrimiento,
los objetos empiezan a flotar, mientras que manos invisibles comienzan a
jalarte y empujarte, como si quisieran que salgas del lugar.
Samantha Aguilar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario