Es posible que para muchos de nosotros esta palabra
no signifique nada, es más, que nunca la hayamos escuchado con anterioridad,
sin embargo para cualquier sudafricano, tiene una gran importancia en su
historia.
En Afrikaans,
variante sudafricana del holandés, apartheid
significa separación y apareció oficialmente en Sudáfrica en 1948 y desde
entonces se utilizó para referirse a un sistemas político practicado en la República de Sudáfrica caracterizado
por la segregación racial y cuyo objetivo era separar las distintas razas
existentes (blancos, bantúes o negros y de color o mestizos) y jerarquizarlas,
en donde la raza blanca ocupaba el sitio más alto.
Pero además esta legislación establecía los lugares
que habitaría cada grupo, así como los trabajos que realizarían y la educación
que recibirían. Los negros debían de portar siempre documentos de
identificación y tenían prohibido entrar en algunas ciudades sin el debido
permiso.
Y por si esto fuera poco, también prohibía casi
cualquier tipo de contacto social entre las diferentes razas incluido el
matrimonio entre los blancos y los no blancos y la participación de estos
últimos en el gobierno del Estado. Cabe mencionar que un blanco no era
considerado así si uno de sus padres era no blanco.
Fue en 1951, cuando el apartheid alcanzó su punto más alto gracias al Self Government Act ya que con esta
“ley”, la población negra quedó relegada a pequeños territorios marginales y
autónomos y lo peor de todo, privada de la ciudadanía sudafricana.
No fue hasta junio de 1991, cuando el presidente Frédérik de Klerk logró terminan con
este régimen racista al liberar al dirigente negro Nelson Mandela quien en 1994 se convirtió en el primer presidente
negro. Cabe mencionar que éstas fueron las primeras elecciones generales
abiertas a los negros en la historia del país. Después de las elecciones se
estableció La Comisión para la
Reconciliación y la Verdad (1994-1999) cuyo objetivo era sacar a la luz los
crímenes cometidos durante el apartheid.
"Sin perdón no hay futuro, pero sin
confesión no puede haber perdón."
(Arzobispo Desmond Tutu)
En pocas palabras, la política del Apartheid se basaba legalmente en el
hecho de que los negros no eran considerados ciudadanos sudafricanos, sino ciudadanos
de estados independientes (bantustanes).
Samantha Aguilar
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