Término
utilizado para referirse a la intensidad
mínima de un estímulo que provoca dolor. Estudios recientes confirmar que
la mayoría de las personas tenemos, aproximadamente, el mismo umbral del dolor;
sin embargo, nuestra manera de reaccionar ante algún tipo de daño físico,
varia.
Lo
que para una persona resulta intolerable, puede no alterar a otra, pero debemos
de tener claro, que las dos sienten dolor sólo que una de ellas, lo tolera más
que la otra.
Cabe
mencionar que la tolerancia al dolor de una persona, puede variar dependiendo
las circunstancias y el estado psíquico. Además, debemos de tomar en cuenta que
la respuesta al dolor tiene mucho que ver con nuestros genes.
“Realmente
el dolor no es cuestión de la mente; es cuestión de sensibilidad, de la
intensidad del estímulo, de la patología o enfermedad que se tenga y de qué tan
sensibles seamos para soportarlo.”
(Miguel Ángel Genis
Rondero, Presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del
Dolor)
La
tolerancia también se ve afectada por la edad ya que a medida que envejecemos,
se producen cambios en el organismo que disminuyen la percepción del dolor.
No
hay que olvidar que el dolor se define como una experiencia única, multidimensional
y altamente subjetiva; por lo que es imposible saber lo que la otra persona está
sintiendo, es por esto que debemos ser tolerantes ante las reacciones que
puedan tener.
Samantha Aguilar
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