En la
mente de la mayoría de las personas, las sirenas son criaturas totalmente
fantásticas de los cuentos de hadas ya que a lo largo de la historia, han sido
un tema mítico debido a que no existen pruebas reales de su existencia. Cabe
mencionar que en
las cuevas de arena de Egipto es
posible ver las representaciones más antiguas de las sirenas; sin embargo,
también es importante reconocer que sólo conocemos el 5% de las aguas marinas
por lo que aún quedan muchas especies por descubrir por lo que todo,
absolutamente todo es posible…
No se
sabe a ciencia cierta, en qué momento surgió el mito de estas criaturas pero
una de sus primeras apariciones fue en la mitología
griega en la forma de las arpías
(seres con cuerpo de pájaro y torso y rostro de mujer, con una voz musical,
atractiva e hipnótica), tiempo después en La
Odisea (Homero) aparecen con su forma actual, torso de mujer y cola de
pescado. Según esta mitología, las sirenas son el producto de la relación entre
Nereo (Dios del mar) y su hermana Noris, por lo que son conocidas por el
nombre de Nereidas.
En el Medio Oriente, las primeras historias
de sirenas surgieron en el 1000 a.C., en una leyenda mesopotámica en la cual se cuenta que la Diosa siria Derceto ofendió a Venus (Diosa del amor) por lo que ésta
a modo de venganza hizo que se enamorar de un simple pastor con el que procreó
a Semíramis (una niña que llegaría a
ser la reina de Babilonia); sin embargo, en cuanto nació la pequeña, Venus hizo que el amor entre los dos
padres desapareciera por lo que Derceto
abandonó a su hija no sin antes matar al pastor para después lanzarse al agua
para acabar con su vida. Debido a que los Dioses no deseaban su muerte, en
cuanto se arrojó al agua, la transformaron en sirena.
Con el
paso del tiempo estas criaturas se fueron introduciendo poco a poco a las
creencias populares convirtiéndose así en leyendas y parte del folclore, además
de que han surgido supuestos avistamientos de sirenas a los largo de los
siglos.
A pesar
de esto, recientemente la Administración
Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA) afirmó por medio de un
comunicado que "no se han encontrado nunca evidencias de la existencia de
estos humanoides acuáticos". Sin embargo,
queda la pregunta de ¿cómo es posible que tantas culturas hayan
documentado, de alguna manera, la existencia de las sirenas?
Samantha Aguilar
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