Se trata de un cementerio de una pequeña población al norte de Rumanía famoso mundialmente por sus las lápidas tan alegres y por sus singulares epitafios ya que estos narran sucesos sobre la vida del fallecido, pero siempre con un toque de humor.
El pintoresco Cementerio Alegre (Cimitirul Vesel) localizado en Sapanta, una pequeña población de menos de 3 mil habitantes, es un cementerio donde las tumbas no evocan tristeza, sino alegría, felicidad y optimismo ante la muerte.
El culpable de su existencia fue el artista local Stan Ioan Pătraş (1908–1977), quien en 1935 comenzó a esculpir poemas en algunas cruces de madera del cementerio, dándoles siempre un tono irónico y escribiéndolos en primera persona. En un inicio sólo talló 10 poemas, pero al año siguiente comenzó a incluir dibujos de colores vivos y su estilo se hizo cada vez más popular y demandado.
En los años 60 Pătraş ya llevaba más de 800 lápidas talladas, todas con su epitafio personalizado contando los problemas cotidianos del fallecido en tono de humor, y con un grabado representando la causa de la muerte o el retrato del fallecido. Después de su muerte, su discípulo Dumitru Pop «Tincu» continuó su obra.
Samantha Aguilar
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