DIONISIO, DIOS GRIEGO DEL VINO

Quien sea amante de los deportes y esté siguiendo los Juegos Olímpicos, sabrá que recientemente se armó debate sobre la Ceremonia de Inauguración, ya que para muchos fue una falta de respeto el representar “La Última Cena” (pintada por  Leonardo da Vinci entre 1494 y 1498), en este post no se hablará sobre este teme pero me gustaría hablarles sobre el dios griego que apreció en esta interpretación… Hablemos sobre Dionisio.

Hijo de Zeus y la mortal Semele, Dioniso quien en realidad es un semidiós fue criado por ninfas y sátiros. También conocido por su nombre romano como Baco, era el antiguo dios griego del vino, la diversión, la danza y el teatro. Como dios de la vegetación y del éxtasis, Dioniso fue uno de los dioses más importantes del panteón durante el periodo Helenístico (325-30 a.C.).

Según la mitología griega durante su juventud, Dionisio aprendió a cultivar la vid y elaboró una bebida fermentada; fue así como inventó el vino. Asombrado por su invento, comenzó a perfeccionar la técnica y se convirtió en un experto en la agricultura y cultivo de la vid.

En general, Dionisio representa todo aquello que provoque entusiasmo, pasión, locura o éxtasis; sin embargo es una deidad contradictoria ya que por un lado, representa la alegría, la diversión y el placer pero por otro, la violencia y/o la locura, relacionadas con la embriaguez y los excesos.

Los rituales en honor a Dionisio eran conocidos como las Dionisias o fiestas dionisíacas, en las que se realizaban procesiones, danzas, se tocaba música y se representaban obras de teatro. Razón por la cual también es considerado el Dios de la danza; de hecho, se creía que Dionisio ayudaba, a través de la danza, a conectar a las personas con la naturaleza y a liberarlas de sus inhibiciones por lo que sus seguidores, llamados ménades y sátiros, a menudo participaban en danzas frenéticas, que llevaban a situaciones fuera de todo control.

También es considerado el Dios del Teatro ya que durante sus celebraciones surgió la tragedia, la cual se desarrolló a partir de canciones y bailes que representaban los granjeros disfrazados de cabras. Así, el culto a Dionisio dio origen a un género literario que se lee y se representa hasta nuestros días.

Samantha Aguilar