¿A quién no le gusta cantar? Ya sea delante de cualquiera o mientras nos bañamos, pero la realidad es que casi todos disfrutamos de hacerlo. Lo que no todo el mundo sabe es que cantar también ofrece beneficios para la salud.
Se sabe que cantar puede ayudarnos a mejorar nuestro estado de ánimo, pero también, investigaciones muestran que podría también ser beneficioso para nuestra salud física. El cerebro, los pulmones, la postura corporal y el estado de ánimo general resultan favorecidos cuando cantamos.
Puede hacer que mejore la respiración de las personas con problemas pulmonares y ayudar a los enfermos de demencia a lidiar con los síntomas de la enfermedad.
Al cantar nuestro cuerpo libere endorfinas, neurotransmisores que levantan el ánimo y nos ponen de buen humor; pero además el hacerlo nos obliga realizar respiraciones profundas, que a su vez aumentan el flujo sanguíneo en el cuerpo así como el efecto de las endorfinas. De hecho, es similar a la explosión de endorfinas que ocurre cuando nos reímos o comemos chocolate.
También se han hallado vinculaciones entre el canto y la producción de dopamina, oxitocina y serotonina, todas sustancias que contribuyen con la sensación de bienestar. Pero además, reduce los niveles de cortisol, la hormona que el cuerpo libera como respuesta al estrés.
Las personas que cantan tienen más conexiones entre las distintas áreas del cerebro que aquellas que no cantan debido a que el lenguaje es una actividad que depende del hemisferio izquierdo mientras que la música depende del derecho, por lo que las canciones con letra favorecen las interconexiones.
En cuanto a la postura corporal, hay investigaciones que han demostrado que cantar de manera profesional corrige la posición de las vértebras cervicales y la hipolordosis (el aumento de la curvatura de la columna).
Samantha Aguilar
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