Más que una religión, se trata de un movimiento filosófico y cultural surgido en Rusia a principios del siglo XX. Sus ideas provienen del filósofo cristiano ortodoxo Nikolái Fiódorovich Fyodorov.
Aunque Nikolái Fiódorovich Fyodorov murió siendo prácticamente un desconocido, en el transcurso de los años se ha convertido en un icono para los transhumanistas de todo el mundo y en un guía espiritual para la exploración interplanetaria.
En este punto es importante mencionar que el transhumano es aquel individuo que recurre a la tecnología para mejorar habilidades y capacidades como la vista, el oído, su resistencia física, su capacidad de memoria… Buscando de cierta manera prolongar la vida al ser más resistentes.
Varios filósofos, escritores y pensadores Rusos han hablado y escrito sobre Nikolái, uno de ellos es el novelista Dostoievski quien pasó horas discutiendo sus teorías con el filósofo Vladimir Solovyov, quien consideraba a Fyodorov como una figura parecida a Cristo. Sin lugar a dudas, el legado de Fyodorov fue inspirar a las nuevas generaciones.
Precisamente fueron sus acólitos, incluidos Tsiolkovsky y Solovyov, quienes están asociados con el movimiento intelectual llamado Cosmismo, que tuvo un impacto significativo en la filosofía, la teología, las ciencias y las artes visuales, tanto en la Rusia prerrevolucionaria como en el período soviético.
Aunque no compartían las ideas cristianas ortodoxas de Fyodorov, los soviéticos de alto rango admiraban su crítica del consumismo y su énfasis en la salvación colectiva "no para uno mismo ni para los demás, sino con todos y para todos" (escribió Fyodorov).
“¡Inmortalidad para todos!”, “¡Nuestra tarea es la resurrección de los muertos!”, “¡La sociedad comunista debe ser también interplanetaria!”. Son algunas de las consignas que sintetizan el Cosmismo Ruso, un movimiento heterogéneo integrado por anarquistas radicales, activistas revolucionarios, poetas afines a lo oculto, filósofos, novelistas utópicos, científicos y pioneros de la astronáutica.
Samantha Aguilar
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