Sin lugar a dudas, las medusas son uno de los animales marítimos más bellos ya que su cuerpo transparente, cambia de tono con el agua (rosa, violeta y azul); pero también es una de las criaturas más asombrosas debido a que carecen de cerebro, de esqueleto y de corazón y si esto fuera poco, tal parece que habitan el planeta desde hace más de 500 millones de años.
Actualmente se conocen más de 4.000 especies de medusas alrededor del
mundo, una de ellas es la Turritopsis Nutricula
la cual no mide más de 2 centímetros pero parece haber descubierto la receta
para la vida eterna. Después de millones de años de evolución, alcanzó un poder
de regeneración fantástico lo que le permite no morir de causas naturales.
Según especialistas, esta pequeña medusa experimenta una metaplasia (cambio todavía reversible
en el que una célula diferenciada se sustituye por otro tipo de célula) inversa que le permite regresar a su
fase de pólipo en caso de sentirse enferma o amenazada. Este proceso puede realizarlo
de manera indefinida, convirtiendo a este animal en biológicamente inmortal.
Sin embargo, aunque esta medusa no pueda morir por causas naturales, es
igual de mortal que el resto de los seres vivos, ya que no está a salvo de peligros
como la depredación, la destrucción de su hábitat o los impredecibles efectos
del cambio climático.
Samantha Aguilar
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