Se trata de una palabra proveniente del griego que significa “ruptura de imágenes”, y se trata de la costumbre de destruir deliberadamente tanto los íconos religiosos, como símbolos y monumentos. Generalmente, esta destrucción sucede de una cultura con otra, por ejemplo: los españoles en sus conquistas de América.
Por
su parte, iconodulia (http://ahorasesam.blogspot.mx/2014/09/iconodulia.html)
se refiere a la práctica que está a favor del uso de imágenes. A través de la
historia, han ocurrido varios choques entre estas dos maneras de pensar ya que
por una parte los iconódulos
justifican el uso de imágenes en sus cultos religiosos mientras que los iconoclastas las consideran idolatría tomando
como base los mandamientos que Dios
le entregó a Moisés:
“No
tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza
de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas
debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy
Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los
hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,”
(Éxodo 20:3-5)
Las
2 querellas más importantes de iconoclasia se dieron durante el periodo
Bizantino (VIII – IX) y aunque no se conocen las causas exactas que las
originaron, se podría decir que una de ellas fue debido al mal uso que
comenzaron a tener los íconos ya que la gente comenzó a caer en idolatría por
lo que la misma Iglesia tuvo problemas para establecer formalmente el uso de
éstas.
Actualmente,
la Iglesia católica define este
término como un acto de herejía que en los siglos VIII y IX perturbó la paz de
la Iglesia de Oriente.
Samantha Aguilar
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