Es verdad
que en muchos países el número 13 es
considerado de mala suerte, tanto que incluso llega a ser evitado. Además es
tan real esta creencia que incluso existe la fobia hacia este número (triscaidecafobia)
pero… ¿De
dónde proviene la idea de que el número 13 es de mala suerte?
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La teoría más aceptada proviene de la Última Cena ya que en ella estuvieron
presentes 13 personas incluidas Jesucristo y Judas.
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Otros afirman que es debido a que el código de Hammurabi (el primer conjunto de códigos de la historia)
omite este número en su lista. http://ahorasesam.blogspot.mx/2014/05/codigo-de-hammurabi.html
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Otra teoría proviene de la mitología nórdica,
cuando Loki (Dios del fuego) asistió
al lugar de juegos de los 12 dioses siendo el 13 y maquinó un plan que llevó a que
Herder (Dios de la oscuridad)
acabara con la vida de su hermano gemelo Baldo
(Dios de la luz).
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Se dice que en el siglo XIV La Orden de los Templarios, dedicada a atesorar riquezas y
propiedades, fue perseguida y acusada de herejía por el Rey de Francia, Felipe el Hermoso, ya que de esta
manera podría adueñarse de sus tesoros. Fue precisamente el viernes 13 de octubre de 1307 que
comenzó la persecución.
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También se relaciona con el hecho de que en la Biblia el fin del mundo comienza en el capítulo 13 del Apocalipsis.
Por otro
lado, expertos en numerología afirman que el verdadero número de mala suerte es
el 4 y que el 13 está relacionado con el ya que al sumar 1 más 3 da como
resultado esta cifra, además que en este número (13) esta representada la
dicotomía entre el bien y el mal.
Cabe
mencionar que en los países latinos se considera el martes 13 de mala suerte, mientras que para los anglosajones es el viernes 13.
DATO CURIOSO
En el
siglo XVIII, los británicos trataron de romper con esta creencia por lo que
bautizaron un bote con el nombre HMS
Friday, se designó como capitán a Jim
Friday e inició su aventura un viernes
13, sin embargo los planes no salieron como se pensaba. Después de que el
barco salió del muelle jamás se volvió a saber nada de él ni de la tripulación.
Samantha Aguilar
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