Elmyr de Hory, fue un húngaro nacido
en 1905 y que es celebre por tratarse del más grande falsificador de obras de
arte de la historia…
Desde
muy joven, se dio cuenta que había nacido para pintar y gracias a que había
nacido dentro de una familia aristocrática, pudo darse el gusto y el lujo de
dedicarse a esto. Debido a que en estos años hablar de arte era hablar de
París, Elmyr emigró para allá en
cuanto pudo, y aunque sus cuadros no se vendían mucho y mucho menos a buen
precio, no le impidió darse una buena vida pero la Segunda Guerra Mundial lo
obligó a regresar a casa.
Al
término de la guerra, decidió abandonar de nuevo Hungría y regresó a la ciudad
de las luces sin embargo, su situación económica no era la de antes por lo que
apenas y podía vivir con lo poco que vendía, pero todo cambió cuando una amiga
adinerada fue a visitarlo.
Lady Campbell, se enamoró de un
dibujo que él había hecho en 10 minutos y lo confundió con un Picasso, por lo que le ofreció comprárselo.
Fue precisamente en ese instante que se dio cuenta que podía vivir de su
talento pero utilizando la originalidad y la visión de otros y fue así como
comenzó a pintar como Picasso,
Modigiani, Matisse, Derain, Monet, Degas, Renoir,
Toulouse-Lautrec, Gauguin, Chagal…
"Fue
tan fácil que no podía creerlo. Ni siquiera me sentí culpable, era una cuestión
de supervivencia."
(Elmyr de Hory)
Sus
copias eran tan buenas, que nadie reconocía las diferencias. Se dice que
incluso en una ocasión una de sus pinturas fue presentada ante Picasso para que certificara su
originalidad y el pintor al verla, comentó que no recordaba haberla pintado
pero que sin duda, la sentía suya.
Y
por si fuera poco, venderlas le resultaba de lo más sencillo ya que al haber
pertenecido a una familia adinerada, conocía a muchas personas tanto vinculadas
con el arte como millonarias; lo único que Elmyr
debía decir era que las pinturas pertenecían a su colección privada.
Fue
tanto su talento que varias de sus obras llegaron a ser expuestas en el Museo
de Arte Moderno (Nueva York). En ocasiones, sus obras eran retenidas por varias
semanas mientras buscaban asesoramiento de expertos, pero el resultado siempre
era positivo.
Algur Hurtle Meadows, el magnate del
petróleo estadounidense, fue quien lo denunció cuando descubrió que 44 cuadros no
eran originales, por lo que tuvo que
pasar 2 meses en prisión culpable de homosexualidad, vagancia y modos incomprobables
de ingresos.
A
la edad de 70, se enfrentó a otro proceso judicial pero debido a que los cargos
que se le adjudicaban en esta ocasión eran más graves y existía la posibilidad
de que pasara una larga temporada en prisión, Elmyr
decidió quitarse la vida.
A
pesar de todo, no se puede negar que tenía un maravilloso talento y una prueba
de ellos son las más de mil obras que realizó a lo largo de su vida. Hoy en
día, un cuadro con su firma puede valer cien mil euros.
“La
palabra estafador me desagrada y además no la encuentro justa. Soy víctima de
las costumbres y las leyes del mundo de la pintura. ¿El verdadero escándalo no
es acaso el propio mercado? En un mero plano artístico, desearía considerarme
como un intérprete. Al igual que se ama a Bach a través de Óistraj, se puede
amar a Modigliani a través de mí”.
(Elmy de Hory)
Samantha Aguilar
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