Todos hemos oído alguna vez que cantarle a las plantas hace que crezcan mejor y aunque hasta el momento no existe ningún estudio científico que explique la razón por la que la música estimula el crecimiento de las plantas, si hay varios estudios que demuestran que las plantas son capaces no sólo de detectar el sonido sino también de diferenciar entre varios tipos de sonido.
Fue durante los 50’s y 60’s que se realizaron varios estudios sobre los efectos de distintos tipos de música y a distintos niveles de volumen sobre el crecimiento de las plantas. Los resultados de estos estudios eran muy contradictorios, pues mientras algunos observaron grandes cambios en el desarrollo de las plantas otros afirmaron que no se daba ningún efecto.
Posteriormente se llevaron a cabo varios experimentos aplicando sonidos de una frecuencia concreta y analizando aspectos más precisos del metabolismo de la planta, y todos los resultados demostraron que las plantas detectan el sonido e incluso pueden diferenciar entre varios tipos de sonidos.
Un estudio realizado en la Universidad de Santiago de Chile asegura que en efecto algo sucede cuando las plantas están expuestas a la música. Si los sonidos son atonales o estridentes, mueren al cabo de unas semanas; mientras que si es relajante y melódica, su crecimiento mejora en un 25%.
Aunque se desconocen las razones, los experimentos afirman que una planta situada junto a una bocina que emite música rock se aleja de donde sale el sonido, mientras que la que “escuchan” música melódica se acercan y crecen más; el tiempo medio al que se debe exponer a una planta a música suave es de entre 1 y 3 horas diarias.
Samantha Aguilar
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