viernes, 9 de abril de 2021

LUIS ALFREDO GARAVITO “LA BESTIA”

Nació el 25 de enero de 1957 en el pueblecito colombiano de Génova. Fue el hermano mayor de 6 hijos, su padre Manuel Antonio jamás le dio muestras de cariño sino al contrario, era víctima de palizas habituales e incluso sufrió toda clase de torturas: quemaduras con velas, cortes con navajas de afeitar, golpes con palos mientras lo ataba a un árbol…

Estos maltratos no fueron el único trauma que tuvo en la infancia, a los 12 años se convirtió en la víctima de los abusos sexuales sistemáticos de un amigo de su padre. Durante 2 años, este hombre lo sometió a una rutina en la que era violado, golpeado y quemado.

A los 14 años cometió su primer intento de violación acorralando a un pequeño de 5 años, afortunadamente lo descubrieron. Antes de cumplir los 18, fue detenido por la policía al intentar abusar de un niño, fue liberado rápidamente, al ser menor de edad. Intentó tener pareja, pero no se sentía atraído por las mujeres. A los 23, fue diagnosticado con depresión sin embargo no recibió tratamiento. Ese mismo año, empezó a violar niños y  descubrió que obtenía placer de la sodomía infantil.

A los 35 años, su pedofilia desencadenó  una ola de crímenes. Cuanto más torturaba a sus víctimas, más placer sexual sentía. Fue en 1992 cuando cometió su primera violación, el escenario era perfecto ya que Colombia se encontraba en plena guerra civil provocando que cientos de niños se quedaran huérfanos. Estos serían el blanco perfecto de sus abusos, ya que nadie los echaría de menos.

Así fue como, durante los siguientes 5 años, Garavito cometió cientos de asesinatos, planeando cada uno de ellos con sumo cuidado. Para evitar ser descubierto, cambiaba de aspecto y se disfrazaba de sacerdote, granjero, anciano, vendedor ambulante, profesor, etc. Después elegía a menores entre 6 y 16 años, que vagaban por las calles en busca de comida o simplemente de cariño, se acercaba ofreciéndoles alimentos, regalos, o prometiéndoles dinero; los llevaba a un lugar apartado y los sometía a las mismas torturas que él había sufrido para acabar degollándolos.

En 1997, la policía abrió una investigación tras encontrar 37 cadáveres de niños en los alrededores de la ciudad de Pereira. Finalmente tras 2 años de persecución, la policía colombiana dio por fin caza a la Bestia, un asesino en serie que dejaba decenas de niños muertos a su paso. Durante el juicio Luis Garavito, confesó haber atacado a 172 niños. Las condenas de Garavito sumaron 1853 años y 9 días. Fue sentenciado con la pena máxima, que en Colombia es de 60 años. 

Samantha Aguilar

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