Creado a principios del siglo XIII según la leyenda por el monje benedictino Inclusus Hermanus Monachus (Herman el Recluso) el Códice Gigas (llamado así por su enorme tamaño) está envuelto en una tenebrosa leyenda que cuenta que fue el mismísimo Lucifer quien ayudó al monje a terminar la obra en una sola noche a cambio de que apareciera su imagen en el libro.
Cuenta la leyenda que en 1230 d.C., Herman el Recluso fue condenado a ser emparedado vivo (método que consistía en encerrar a una persona en un espacio muy reducido, donde moría de hambre o deshidratación) tras quebrantar uno de sus votos, para salvarse, Herman le propone al abad que en una sola noche escribirá el códice más grande de su época, en el que incluirá todos los pasajes de la Biblia y toda la sabiduría humana. Incapaz de cumplir su tarea, Herman decide hace un pacto con Satanás para que este guíe su mano y pueda terminar así el códice. Lucifer acepta ayudarlo con 2 condiciones: quedarse con su alma y que su imagen apareciera en una de las páginas.
Al amanecer, al abad entró en la celda de Herman y se encontró con el Códice terminado. Sus hojas estaban confeccionadas con pieles de animales y, tal como lo solicitó, en la página 290 aparece una representación del Diablo.
Actualmente el Códice se encuentra en la Biblioteca Nacional de Suecia, en Estocolmo. Mide 92 centímetros de alto, 50,5 de ancho, 22 de grosor y pesa 74,8 kilos, y es el manuscrito medieval más grande conocido hasta la fecha. Originalmente, el libro tenía alrededor de 620 páginas, pero con el paso del tiempo se han perdido varias y solo quedan 310 que están intactas.
Samantha Aguilar
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