En México una de las celebraciones más importantes es el Día de Muertos (https://ahorasesam.blogspot.com/2014/10/dia-de-muertos-origenes.html) en donde la flor de cempasúchil es un elemento fundamental.
La leyenda de la flor de cempasúchil relata la historia de amor entre una pareja de jóvenes aztecas, Xóchitl y Huitzilin, quienes al crecer juntos compartieron muchas aventuras y con el tiempo, su amistad se convirtió en un dulce y tierno amor.
Todas las tardes, los jóvenes enamorados subían a la cima de una montaña a regalarle flores a Tonatiuh y allí mismo, en su presencia, Xóchitl y Huitzilin se juraron amor eterno. El Dios del Sol al verlos tan enamorados, bendijo su amor.
La guerra llegó al pueblo por lo que Huitzilin fue llamado a participar en la guerra; después de algún tiempo, Xóchitl se enteró que su amado había fallecido en el campo de batalla. Su dolor fue tan grande que rogó con todas sus fuerzas a Tonatiuh que le permitiera unirse a él en la eternidad. El Dios, al verla tan afligida, decidió convertirla en una hermosa flor, al verla un colibrí se posó en ella, inmediatamente la flor se abrió en veinte pétalos y mostró su hermoso color amarillo, radiante como el Sol. Era la flor de cempasúchil, que había reconocido a su amado Huitzilin, el cual había tomado forma de colibrí para poder visitarla.
Fue así como Tonatiuh cumplió con su promesa de mantener para toda la vida la unión de Xóchitl y Huitzilin, mientras sigan existiendo los colibríes y las flores de cempasúchil.
Samantha Aguilar
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