Los fotorreceptores son neuronas especializadas sensibles a la luz, localizadas en la retina externa de los vertebrados. Los conos y bastones son unas de las células más especializadas y complejas de nuestro cuerpo, encargados de realizar la conversión de la luz en impulsos nerviosos que el cerebro transforma en imágenes.
Los seres humanos contamos con 3 fotorreceptores, los gatos, perros y caballos cuentan con 2, y la mayoría de las aves 4 (de ahí su maravillosa visión); sin embargo existe un insecto que cuenta con 15 se trata de la mariposa botella azul (Graphium sarpedon) los cuales le permite detectar distintas longitudes de onda y una enorme variedad de colores.
La mariposa botella posee un receptor para la luz ultravioleta, otro para el violeta, tres que responden a diferentes tipos de luz azul, uno para el azul/verde, cuatro para la luz verde y cinco para las variaciones del rojo; sin embargo estudios demuestran que sólo utilizan cuatro clases de fotorreceptores durante su visión rutinaria, mientras que el resto los emplea para detectar estímulos muy específicos.
"Las mariposas pueden tener algo menos de
agudeza visual que nosotros, pero en muchos aspectos tienen una clara ventaja:
tienen un campo visual muy grande, una capacidad superior para perseguir
objetos en movimiento y pueden distinguir incluso luz ultravioleta y polarizada."
(Kentaro Arikawa, profesor de Biología en la Universidad de Sokendai)
Samantha Aguilar
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