“La casa de la muerte”, así fue conocida la casa de huéspedes donde una mujer de 59 años Dorothea Helen Gray, más conocida como Dorothea Puente, mató a 9 personas y las enterró en su patio.
Nació el 9 de enero de 1929 en Redlands, Estados Unidos y aunque en su juventud tuvo algún que otro problema, como el ser detenida en varias ocasiones por fraude fiscal y administrar un burdel, los crímenes que la llevaron a cadena perpetua comenzarían hasta 1982 cuando mató de sobredosis de codeína y paracetamol a Ruth Monroe una de sus amigas y socia de negocios; convenciendo a las autoridades de que se trataba de un suicidio.
Como Ruth, Dorothy Miller de 64 años, también falleció con la excusa de una sobredosis de alcohol. De ahí siguieron Benjamin Fink, de 55 años, por la misma razón, y Betty Palmer, de 78 años.
Fue así como durante años Dorothea fue manteniéndose a cargo de un hostal de la muerte, en donde engañaba, robaba y asesinaba a sus huéspedes más indefensos. Era especialmente buena aprovechándose de ancianos, personas discapacitadas y ex drogadictos. Su modus operandi consistía en envenenar con una sobredosis de medicación para posteriormente hacerlos pasar por una muerte natural; en ocasiones enterraba los cuerpos en el jardín o los hacía desaparecer en un río cercano.
Fue hasta 1988, cuando sus vecinos empezaron a alertar acerca del olor que emanaba de la casa, sin embargo, Dorothea lo justificó diciendo que era el hedor de las cañerías.
Tras la denuncia de desaparición de uno de los inquilinos, la policía inspeccionó la pensión encontrando 8 cadáveres enterrados. El juicio duró un año y durante su celebración, el Jurado llegó a un punto muerto, es decir un empate entre culpabilidad e inocencia, por lo que el juez declaró al jurado incapaz de llegar a un veredicto y la sentenció a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Cabe mencionar que de los 9 asesinatos con los que se le relacionó, solamente se pudo demostrar su participación en 3. Murió en prisión en 2011 a los 82 años por causas naturales, sin admitir sus crímenes.
Según la tipología de los asesinos seriales, Dorothea Puente es una asesina hedonista, es decir, aquella que lo hace por el placer de hacerlo, cayendo en la subcategoría asesino por comodidad o beneficio ya que en este caso lo hizo para conseguir el dinero de todas sus víctimas
Samantha Aguilar
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