Los alebrijes son artesanías mexicanas hechas tradicionalmente con la técnica de la cartonería (técnica con la que se crean figuras a través de un proceso de modelado de papel periódico). Se trata de una figura fantástica que combina elementos fisionómicos de varios animales e incluso plantas, ya sean reales o imaginarios, y se caracterizan por estar pintados de colores bastantes llamativos, dando como resultado “animales” surrealistas.
Si bien se podría llegar a pensar que se trata de una tradición antigua la realidad es que los alebrijes fueron inventados durante la primera mitad del siglo XX. Fue en 1936 cuando el cantonero Pedro Linares López creo el primer alebrije en la Ciudad de México, fue precisamente él quien acuñó la palabra alebrije para referirse a sus creaciones. Aún hoy en día no se conoce el origen exacto de esta palabra.
Para elaborar un alebrije primero se debe de iniciar elaborando una base de alambre quemado que se dobla y moldea para formar el esqueleto de la figura para después cubrirlo con varias capas de periódico y engrudo, usando cartón para darle volumen. Una vez que se logra la figura deseada, se pone a secar al sol y una vez seca se le agregan elementos más detallados, como ojos, picos, alas y garras, para después alisar la superficie de la figura y cubrirla con una capa de pintura blanca para finalmente pintarlo de varios colores.
Cabe mencionar que al no usarse moldes para su creación, cada alebrije es único e irrepetible ya que además son concebidos desde lo imaginario y representan figuras nunca antes vistas.
Samantha Aguilar
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