Ubicado en Bélgica, se
trata de un tren de lujo que fue lanzado en 1883 por la Compagnie Internationale des Wagons-Lits
(CIWL) y que desde su último viaje en diciembre de 2009, ha quedado completamente
abandonado.
Brian, un fotógrafo urbano holandés, fue
quien logró captar la hermosura de este lugar ya que aunque el tren este viejo
y oxidado, nos permite ver la forma en que se vivía en el pasado. Brian se dedica
precisamente a fotografíar lugares abandonados con la finalidad de adentrar al
espectador a su época.
“Cuando
entro en un sitio abandonado es como entrar en una máquina del tiempo. Intento
sentir las emociones de su pasado y eso es lo que quiero mostrar en mis fotos.”
(Brian)
Actualmente existen muy
pocos trenes de estos modelos, de hecho se dice que solo quedan un par de estas bellas e históricas
piezas en el mundo.
Samantha Aguilar
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