Es un clásico poner música triste cuando estamos atravesando una situación complicada y/o nos sentimos afligidos pero para los científicos la razón del por qué nos gustan las canciones tristes todavía es incierta sin embargo se sabe que ayuda a gestionar nuestras emociones.
En un artículo publicado el año pasado en The New York Times se puede leer que podría tratarse de un asunto de conexión con los otros y sus emociones. De hecho Mario Attie-Picker, filósofo de la Universidad Loyola de Chicago menciona que “Quizás escuchamos música no por una reacción emocional sino por la sensación de conexión con los otros. Nuestro amor por la música no es una apreciación directa de la tristeza, sino de la conexión”.
Escuchar música triste puede dar la sensación de catarsis (Leer más...) emocional, lo que ayuda a liberar y procesar las emociones negativas. De hecho, un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience demostró que la música que conecta con nuestras emociones más tristes provoca la liberación de dopamina, conocida mundialmente por ser una de las moléculas de la felicidad.
Pero además, la música desencadena una reacción endocrina provocada por hormonas como la prolactina o la oxitocina; las cuales provocan sensaciones agradables como ternura, placer o paz.
Samantha Aguilar
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