Del mismo modo que utilizamos una escala para medir la intensidad de los terremotos, los astrónomos también tienen la suya para estimar cuál es el riesgo de impacto de un asteroide sobre la superficie del planeta. También conocida como escala de Turín, se trata de una escala que se utiliza para clasificar los riesgos previstos, de los impactos de asteroides o cometas cercanos a la Tierra.
Creada en 1995 por Richard Binzel, investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts, la escala de Torino es un indicativo de las estimaciones de riesgo simplistas para una posible colisión. Esta información describe la peligrosidad y la probabilidad de impacto; está graduada de 0 a 10, donde el 0 representa sin riesgo de colisión mientras que el 10 es colisión cierta y catástrofe global.
Cabe mencionar que cuando los científicos de la NASA asignan a un asteroide un número, no solamente se fijan en la probabilidad, sino también en la energía que se liberaría en la explosión (expresada en megatones) y sólo para amenazas que estén a menos de 100 años del impacto.
Fue adoptada por primera vez en Turín, Italia, en una
conferencia de la Unión Astronómica Internacional sobre los NEOs en
1999, de allí su nombre. Sin embrago, en 2015 se publicó una nueva versión.
Samantha Aguilar
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