Es muy común que al preguntarle a un hombre de qué color es cierta cosa, él responda con algún color primario (azul, amarillo y rojo) o alguno secundario (verde, naranja y morado). Pareciera que para ellos solamente existen estos colores y la verdad es que la realidad no está muy lejana a esta afirmación.
Estudios han confirmado que la visión de hombres y mujeres no es igual. De hecho, las mujeres somos mejores diferenciando los colores, mientras que los hombres gozan de una mayor percepción de los movimientos rápidos y las distancias.
En los experimentos de color, los hombres y las mujeres tienden a atribuir diferentes tonos a los mismos objetos. En este punto hay que recordad que en sí los colores no existen sino que se trata de la longitud de onda de la luz que reflejan y la detección final depende de los conos, que son células fotorreceptoras situadas en la retina.
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Resulta que existen 3 tipos de conos, cada uno es sensible a una longitud de onda diferente: onda corta (azul), onda media (verde) y onda larga (rojo). De estos tres tipos, dos de ellos (verde y rojo) están codificados en el cromosoma X. Como todos sabemos las mujeres tenemos dos cromosomas X, mientras que los hombres solo tienen uno. Esto significa que los hombres podrían ver los tonos naranjas más cerca de los rojos y lo que nosotras vemos como verde intenso ellos los perciben con un cierto toque amarillento.
Pero además la mayoría de estudios al respecto coinciden en que las diferencias de percepción visual entre sexos son producto del desarrollo de las habilidades específicas necesarias para cada especialización a lo largo de la evolución de las especies. Es así por lo que los hombres destacan en la percepción de los movimientos rápidos y discriminación de distancias (ya que ellos eran cazadores), y las mujeres somos mejores en la diferenciación de los matices de los colores (ya que éramos recolectoras). Lo anterior demuestra que efectivamente, hombres y mujeres no somos iguales…
Samantha Aguilar
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