Desde hace varios años, las grandes productoras han decidido traer de vuelta las grandes historias de antaño, aquellas de los 80’s y 90’ que no solamente marcaron a toda una generación sino que actualmente se han vuelto de culto, y Parque Jurásico (Jurassic Park) no fue la excepción.
La franquicia Parque Jurásico inició en 1993 con una inolvidable película dirigida por Steven Spielberg, en pocos años se estrenaron dos películas más pero no hubo ninguna hasta 14 años después, cuando en el 2015 se estrenó Jurassic World y gracias a su gran éxito en taquilla la saga resucitó desarrollando otra trilogía.
Jurassic World: Dominion es la tercera y final entrega de la trilogía de Jurassic World y la sexta de la saga que inició en 1993 con Jurassic Park y la cual a su vez está basada en la novela del mismo título del autor Michael Crichton publicada en 1990. Se podría decir que finalmente después de 32 años esta historia llegó a su fin (cruzamos nuestros dedos para que así sea).
Y es que si es verdad que la nueva trilogía llamada Jurassic World, estelarizada por Chris Pratt (Owen Grady) y Bryce Dallas Howard (Claire Dearing) ha tenido una buena aceptación y recaudación económica, la historia deja mucho que desear, de hecho ninguna de las 5 películas de la saga ha superado ni igualado a la original.
Respetando el hilo conductor de las tres primeras películas Jurassic Park (1993), The Lost World: Jurassic Park (1997) y Jurassic Park III (2001) la trilogía reciente realmente no aporta nada nuevo a la historia, básicamente trata sobre como la humanidad se ha tenido que adaptar a vivir con dinosaurios y sobre todo a aceptar que ya no somos la especie más poderosa del planeta.
Hablando ya concretamente sobre Jurassic World: Dominion, con una duración de 2 horas y 26 minutos es la película más larga de la franquicia y la historia transcurre 4 años después de la destrucción de la Isla Nublar. Aunque está repleta de escenas de acción, dinosaurios y una que otra persecución, cuando los personajes están en peligro las escenas no logran ser tensas y mucho menos generar un grito de susto o desesperación.
Lo que realmente salva esta película es la nostalgia, y no hablo solamente sobre la aparición de Alan Grant (Sam Neill), Ellie Sattler (Laura Dern) e Ian Malcolm (Jeff Goldblum); sino que existen muchas referencias a las primeras tres películas, sobre todo a la primera por lo que uno se la pasa intentando identificarlas y captar todos estas entre diálogos, artículos y escenas. La verdad es que Jurassic World: Dominion copia varias escenas de Jurassic Park por lo que para aquellos que disfrutamos de la película original nos da una buena dosis de nostalgia sin embargo, es más de lo mismo y la verdad es que no sabemos si estamos ya rozando el exceso de nostalgia o el plagio.
Esta saga disfrutó tanto de repetir la misma fórmula que incluso el clímax es prácticamente idéntico al de Jurassic III e incluso muy parecido al de Jurassic Park ya que vemos al T-Rex enfrentándose a otro dinosaurio por la supremacía mientras los protagonistas utilizan esta distracción para escapar.
Definitivamente la fórmula sirve para recaudar dinero y crear hype, con muchas situaciones y escenas de acción muy bien realizadas, efectos especiales impecables y viejos conocidos para seguir jugando la carta de la nostalgia, pero con la sensación de que es un poco más de lo mismo.
El no esperar mucho de esta película fue la clave para disfrutarla, divertirme y sorprenderme con una historia tanto obvia como predecible, pero con toques de humor y nostalgia que tanto está de moda en el cine en estos días.
Samantha Aguilar
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