También conocida como Síndrome de Hutchinson-Gilford, es una de las enfermedades genéticas de la infancia más extrañas que existen. Es un trastorno genético progresivo extremadamente raro que acelera el envejecimiento de los niños y que comienza en los primeros dos años de vida.
Los niños que la padecen, suelen parecer normales al nacen sin embargo, es durante el primer año de vida que comienzan a aparecer los signos y síntomas, como crecimiento lento y caída del cabello.
La padece 1 de cada 7 millones de recién nacidos y provoca que las personas que la sufren lleguen a una edad máxima de 13 años en promedio, aunque algunos han llegado a cumplir 20 años. Las causas principales de muerte son problemas cardíacos o los accidentes cerebrovasculares. Actualmente, la progeria no tiene cura.
Samantha Aguilar
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