Sin lugar a dudas, la II Guerra Mundial ha sido la más sangrienta de la historia, sin embargo entre tanto dolor y sufrimiento siempre aparecen historias increíbles, este es el caso de Wojtek, un oso que fue adoptado por el ejército polaco y llegó a convertirse en héroe de guerra.
Fue en los montes Zagros, donde los soldados polacos se encontraron con un niño que llevaba un osezno en un saco. El pequeño animal se encontraba en malas condiciones, por lo que lo que los soldados ofrecieron al niño comida, golosinas y una navaja suiza para poder quedarse con el cachorro.
Poco a poco sus condiciones de salud fueron mejorando gracias a que los soldados improvisaron un biberón a partir de una botella de vodka, con el que le daban leche. Los soldados decidieron bautizarlo con el nombre de Wojtek, un diminutivo de Wojciech, que significa “guerrero sonriente”.
Cuando las divisiones llegaron a su destino, el animal ya había desarrollado un fuerte vínculo con sus cuidadores. Con el paso del tiempo, el oso se integró completamente, aprendiendo incluso a desfilar a dos patas. Los soldados jugaban a lucha libre con él y le daban comida, alcohol e incluso cigarros que él se tragaba.
En 1944 las tropas polacas fueron reclamadas en Italia. Al momento de subir al barco que los llevaría, Wojtek se encontró con un problema, el ejército británico no permitía mascotas a bordo por lo que los polacos decidieron alistarlo oficialmente como parte de la 22ª Compañía de Suministros de Artillería, con su pertinente documentación, con el rango de soldado raso.
La batalla de Montecassino fue una de las más duras que se libraron. Durante la batalla, Wojtek quien había aprendido a imitar lo que hacían sus compañeros humanos, ayudó a transportar cajas de municiones y debido a su gran fuerza y resistencia fue una ayuda decisiva. Finalmente los aliados consiguieron tomar Montecassino, con un papel fundamental de las fuerzas polacas. Como reconocimiento al mérito de Wojtek, fue ascendido al rango de cabo y la 22ª Compañía adoptó como nuevo emblema la insignia de un oso transportando un proyectil.
Wojtek siguió ayudando a
transportar suministros hasta 1945. Una vez finalizada la guerra los soldados
de la 22ª Compañía, se trasladaron a Escocia, donde Wojtek fue acogido como una celebridad en un gran desfile. Al
disolverse la compañía en 1947 surgió el problema de encontrar un hogar para Wojtek, finalmente el zoológico de
Edimburgo decidió hacerse cargo de él. Después de una juventud de aventuras y
con apenas 5 años de edad, Wojtek recibió
la jubilación y el grado honorífico de teniente.
Samantha Aguilar
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