Este canino ancestral, con más de 7 mil años sobre la tierra, es una
de las 2 razas originarias de México. Se dice que cuando los españoles llegaron
a América lo confundieron con un caballo enano.
Xólotl, significa en náhuatl
extraño, deforme e Itzcuintli significa perro. En la
cosmovisión mexica Xólotl es el
gemelo de Quetzalcóatl con cabeza de
perro, deidad del ocaso y de la transformación.
La leyenda cuenta que el dios Xólotl hizo al
Xoloitzcuintle de una astilla del Hueso de la Vida para dárselo como
obsequio al hombre. El dios les explicó que en vida tenían que cuidar bien
de este perro ya que el día que su dueño muriera, el can se encargaría de
guiar su alma a través del Mictlán o
inframundo.
Debido a la leyenda, el Xoloitzcuintle
se volvió el animal preferido de los mexicas pero también porque creían que tenían
la capacidad de alejar y proteger los hogares de espíritus malignos.
Durante la época de la colonización el Xoloitzcuintle estuvo al borde de la extinción ya que los españoles
no sólo hallaron en este can una fuente de alimento sino también por su
búsqueda de eliminar todas las tradiciones prehispánicas religiosas.
Tras la Revolución Mexicana la imagen del Xoloitzcuintle fue utilizada como símbolo nacionalista por varios artista
como Frida Kahlo, Diego Rivera y Rufino Tamayo.
Samantha Aguilar
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