Sin lugar a dudas, el trabajo de los agricultores no es tarea fácil y es que cuidar la siembra de fenómenos naturales, es una de sus principales preocupaciones ya que la naturaleza suele ser impredecible por lo que se han buscado diversas alternativas para proteger la cosecha, una de ellas son los cañones antigranizo.
Los cañones constan de dos partes, una cámara de combustión y otra con una salida cónica alargada que mide 6 m de altura y que termina en una apertura de 60 cm. Realiza disparos cada 5 o 6 segundos de gas acetileno y aire, provocando unas ondas de choque que se desplazan a la velocidad del sonido y las cuales pueden llegar a cubrir hasta 1 km de diámetro alrededor del cañón; las ondas chocan con las nubes interviniendo en la cristalización del granizo, provocando un granizo de menor tamaño y más lluvia.
Para evitar el granizo se debe de poner a funcionar desde cuarto de hora hasta media hora antes de que se inicie la tormenta, ya que no es eficaz sobre el granizo ya formado.
La finalidad de los llamados cañones antigranizo es el convertir el granizo en una simple lluvia, por lo que han sido utilizados para prevenir las lluvias acompañadas de piedras de hielo que pudieran dañar las cosechas; sin embargo, la utilidad de éstos ha sido muy cuestionada ya que no está científicamente comprobado que en realidad logren su objetivo además que causan un gran impacto en el medio y en el clima donde se ubican ya que alteran el ciclo del agua.
Samantha Aguilar