Aunque se trata de una especie de tortuga
marina extinta, el Archelon se ha convertido en una figura recurrente en los
libros sobre dinosaurios debido a que se trata de la tortuga marina más grande
de la que se tiene registro ya que llegaba a medir unos sorprendentes 5 m y a
pesar más de 2 toneladas.
Fue el Dr. G.R. Wieland quien en 1895 encontró
el primer fósil de Archelon. En 1970 se encontró el fósil más grande midiendo
más de 4 m de longitud y casi 5 m de ancho (de aleta a aleta).
El Archelon vivió a finales del Cretácico (último periodo de la Era Mesozoica, hace
145 - 66 millones de años). Se cree que los dinosaurios no eran una amenaza
para ellos ya que se asume que sólo pisaba tierra firme para poner huevos; eso
sí, una vez que el huevo eclosionaba,
las pequeñas tendían que enfrentarse a un gran número de peligros para poder
llegar al agua y sobrevivir.
Se cree que el Archelon era similar a la tortuga baula, por lo que es muy
posible que también haya tenido una preferencia similar para alimentarse a base
de medusas y cefalópodos (invertebrados
marinos), debido al pico cornudo de su boca, el cual debe haber sido muy eficaz
al momento de morder animales de cuerpo suave ya que les permitía cortarlos en
porciones pequeñas; además ninguna de las dos tiene o tenía una cáscara sólida
sino una serie de puntales óseos transversales, en el caso del Archelon las
costillas, las cuales creaban una especie de caparazón externo.
Es posible que el diseño del caparazón del Archelon
se haya debido a la flotabilidad neutral,
es decir que era lo que le permitía mantenerse en suspensión evitando tanto que
se hundiera o que flotara; ya que su principal alimento se encontraba a poca
profundidad.
Debido a su gran tamaño, si hubiera tenido un
caparazón sólido, es decir hecho totalmente de hueso, éste hubiera sido
extremadamente pesado, provocando que tuviera una flotabilidad negativa (el cuerpo tiende a descender dentro del
fluido) por lo que habría tenido que gastar una mayor cantidad de energía al
estar en áreas con escaso suministro de alimentos además de tener que subir a
respirar.
También poseía una cola
puntiaguda, un cráneo estrecho y una fuerte mordedura, la cual era capaz de
llegar a 100 kg de presión. A pesar
de su gran tamaño, el Archelon no estaba exento de enemigos, en especial los mesosaurios (reptiles acuáticos) y los
tiburones prehispánicos.
Samantha Aguilar
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