Se
trata de un queso amarillo y duro con pequeños agujeros que ha estado en el
menú de bodas reales, en celebraciones del premio Nobel y en algunos de los mejores
restaurantes del mundo; algunos suecos lo consideran el rey de los quesos y su
demanda a menudo supera su limitada oferta, pero… ¿Qué lo hace tan especial?
Además
de tener un sabor único (se dice que en este queso uno encuentra los
principales sabores: dulce, agrio, salado y amargo) lo realmente sorprendente
es que sólo puede ser producido en el pequeño pueblo de Burträsk en el norte de Suecia ya que al intentar hacerlo en otra
localidad, el queso no sabe igual.
Algunas
personas afirman que el sabor se debe al lugar donde se lo deja madurar (un
periodo de entre 12 a 14 meses), algunas otras que se debe a que hace mucho
tiempo un meteorito cayó en esta región el cual afecto la tierra que a su vez, afectó
a la leche y al proceso del queso…
Aunque
la razón del sabor del queso sigue siendo un misterio, se sabe que fue creado
por primera vez en 1872 y que su creación fue al azar. Cuenta la leyenda que la
lechera, Eleonora Lindström, estaba removiendo
la cuajada de un queso cuando su amado llegó a visitarla interrumpiéndola en su
labor y provocando que el queso se calentara de más, razón por la cual no pudo
servirlo ese día y lo dejó olvidado en una estantería en donde permaneció durante
un año. Así es cómo nació el queso de Västerbotten.
Samantha Aguilar
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