jueves, 7 de enero de 2016

LA CASA DEL QUE MATÓ AL ANIMAL

MITOS Y LEYENDAS DE MÉXICO



Sin lugar a dudas, la historia de “La casa del que Mató al Animal” es una de las más conocidas y contadas en la ciudad de Puebla y como la mayoría de las leyendas, existen muchas versiones sin embargo, todas cuentan con los mismos elementos: una joven, una casa, un héroe y un monstruoso animal.

En algunas de las historias se dice que la bestia llegaba con las inundaciones de la Malintzi, otras afirman que habitaba cerca del cerro Tepozúchitl; a ciencia cierta, no se sabe de dónde venía ni en dónde vivía pero se dice que la bestia era capaz de cambiar de forma: un coyote, un lobo, una serpiente e incluso un quimera (animal con partes de diferentes animales).

1.- Don Martín Pérez Salazar vivía junto con sus dos hijos Teodora y Fernando. Cuando la linda joven estaba a punto de cumplir 15 años, extraños rumores  comenzaron a llegar a la ciudad sobre un monstruoso animal que estaba devorando tanto a los niños como a los animales. Se cuenta que durante una fiesta, la bestia se apareció en la casa de Don Pérez Salazar y mientras Teresa se entretenía con uno de sus pretendientes, el animal aprovechó para devorar al pequeño Fernando de tan sólo 4 años. Don Martín lloró mucho su perdida y no solamente ofreció una recompensa monetaria sino también la mano de su hija a quien matara a tan terrible animal. Después de algún tiempo, el pretendiente que había presenciado el ataque, llegó a la casa con una enorme cabeza de lobo ensartada en una lanza. Fue así como el joven fue nombrado noble y pudo casarse con Teodora, además Don Martín les regaló una casa que hasta hoy es conocida como “La casa del que Mató al Animal”. 

2.- Otra versión afirma que el propietario de la casa la ofreció, junto con una gran cantidad de dinero y, por supuesto, la mano de una de sus hijas a quien matara a la bestia. En esta historia, fue un indio quien logró tal hazaña ganando así los 3 trofeos. 

3.- Cuenta la leyenda que durante el siglo XVI, vivía en Puebla un viudo cuyas posesiones más valiosas eran sus dos hijos, un niño de 6 años y su joven hija María quien estaba perdidamente enamorada de un soldado llamado Juan Luis.  Por ese tiempo comenzaron a escucharse rumores sobre una enorme serpiente que recorría las calles de la cuidad provocando pánico entre los habitantes, por lo que el Virrey ofreció una gran recompensa a aquel que la matara, sin embrago nadie se atrevía. Una tarde, la bestia llegó a la casa de María y al encontrar al pequeño niño solo, lo devoró de un bocado. El padre quedó abatido y decidió ofrecer también una recompensa a quien terminara con tan terrible animal. Muchos lo intentaron pero todos fracasaron hasta que llegó un misterioso jinete, con el rostro oculto, decidido a asesinar a la bestia. Cuando la serpiente apareció, el jinete salió a su encuentro y después de una ardua batalla, un espadazo certero arrancó la cabeza del animal. Fue así como el jinete fue bautizado como “el que mató al animal”, recompensado con una casa y un título de nobleza y al descubrir que se trataba de Juan Luis, el pretendiente de su hija, el padre de María le otorgó su mano.

4.- La historia que aparece en la placa oficial de la fachada dice: “La leyenda cuenta que una serpiente monstruosa asolaba a la ciudad y engulló al hijo del propietario. El desesperado padre ofreció la mano de su hermosa hija a quien matara al animal, lográndolo un joven humilde pero valeroso.”

Si quieres visitar esta emblemática casa que actualmente esta ocupada por la Organización Editorial Mexicana, que edita el periódico El Sol de Puebla, está ubicada en la calle 3 oriente Nº 201, esquina con la calle 2 sur, en el centro histórico de la ciudad, a espaldas de la Catedral.


Samantha Aguilar

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