El
término dandi hace referencia a
aquel hombre que destaca por su elegancia y que hace de los accesorios su distintivo
al vestir; es aquel que aun conociendo a la perfección el código del buen
vestir, lo rompe e incluso lo lleva a otro nivel.
La
palabra dandi surgió en el siglo
XVIII para referirse a aquellos hombres pertenecientes a la alta burguesía que
se convirtieron en modelos a seguir por su forma de vestir.
Características
de los dandis:
- No se es dandi por genética, ellos mismos se crean de esta manera.
- Generalmente se trata de hombres educados e instruidos sobre todo médicos, abogados, funcionarios y artistas.
- Son amantes de la cultura y de avances tecnológicos.
- Son 100% hombres de ciudad.
- Piensan que la imagen es lo más importante ya que se trata de su mejor carta de presentación.
- Cuidan mucho su imagen en todos los sentidos.
- Buscan llamar la atención por todos los medios.
- Los accesorios son sus mejores elementos a la hora de vestir, por lo que resulta complicado no asociar su imagen con bastones, sombreros de copa guantes, corbatas, chalecos, gemelos y pañuelos
Actualmente,
este vocablo representa no solamente un estereotipo de vestir sino que también
a una manera de comportarse; busca expresarse a partir de su imagen la cual
debe ser excelsa pero además, debe infundir admiración y respeto a partir de su
estilo, el cual no sólo está definido por su forma de vestir sino también por
su personalidad y carácter. Hay quién dice que los dandis no visten a la moda, sino que son ellos la hacen, ellos
crean tendencias.
“Un
dandi es una persona que utiliza el vestido como una manera de disidencia, es decir,
se viste bien, con prendas buenas, pero nunca como los demás. Introduce
elementos transgresores en su forma de vestir.”
(Luis Antonio de
Villena)
Samantha Aguilar
puteh
ResponderBorrarreputeh
ResponderBorrarDANDI
ResponderBorrar“Se merece un fino brandy.”
Surge, en verso, la grafía,
viendo la fotografía
blanco y negro, de Rivera
quien, en vida, bien vistiera.
Que fino el tiempo pasado,
tan añorado, deseado,
de aquel sombrero, sin mancha,
marca Tardán, de ala ancha.
Del que daba señorío
al hombre, por su atavío,
aplomo, clase, prestancia,
con casimir, ¡qué elegancia!
Oscuro saco, cruzado,
perfecto, tenue rayado,
camisa, clara, muy grata,
se abotona, sin corbata.
Pantalón, de pura lana
virgen, catrín, engalana
el negro calzado, en piel,
bostoniano, lustre fiel.
Estampa, garbo, al andar,
basta ver su caminar,
mucho empaque hay en el modo,
brazo de mar, ante todo.
Erguido, con entereza,
tipo, de pies a cabeza,
destacado, refinado,
porte su mejor aliado.
Un buen tabaco en la mano,
vean que figura, ¡mi hermano!,
tal Señor, la vida abraza,
como Dandi, parte plaza.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 14 de septiembre del 2019
Dedicado a Don Juan Rivera Curiel (QEPD)
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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ResponderBorrarCali y el dandee
ResponderBorrarmil y mas aplausos sinceros, ya que escasos son los poetas que en tan buena rima resaltan las virtudes y las causas de noble sentido que estimo, enalteciendo así al hombre. Danddy.
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