Diseñada
por Baccio Pontelli y construida por
el arquitecto Giovanni de Dolci, sin
lugar a dudas la Capilla Sixtina es la
capilla más famosa del mundo.
Comenzó a construirse en
1475 y se terminó 8 años después (1483), bajo el papado de Sixto IV della Rovere (1471 – 1484);
cabe mencionar que fue precisamente por él por lo que se le nombró así.
Aunque
arquitectónicamente no tiene nada de espectacular, sus dimensiones 40.93 m de
largo por 13.41 m de ancho (las medidas exactas del Templo de Salomón según el Antiguo Testamento) y una altura
interior de 20.70 m, es la decoración la que ha hecho de la Capilla Sixtina
toda una obra de arte.
"Los frescos que aquí contemplamos nos
introducen en el mundo de los contenidos de la Revelación. Las verdades de
nuestra fe nos hablan desde cada lugar. De ellas, el genio humano ha sacado la
inspiración empeñándose en revestirlas de formas de una belleza inigualable."
(Juan Pablo II)
La
decoración que se le hizo durante el siglo XV fue: las falsas cortinas, las Historias
de Moisés y de Cristo y los retratos
de los Pontífices; los encargado de realizarlos fueron: Cosimo Rosselli, Domenico Ghirlandaio, Pietro
Perugino y Sandro Botticelli. Los frescos se pintaron entre 1481 y 1482;
durante este siglo también se hicieron varias obras en mármol: el tranqueo, el coro y el escudo pontificio.
Después
de años de construcción, finalmente el 15 de agosto de 1483 el Papa Sixto IV
consagró la nueva capilla. Durante 25 años, no sufrió modificación alguna pero
en 1508 el Papa Julio II della Rovere (1503 - 1513), decidió que eran necesarias
más decoraciones por lo que le encargó a Miguel
Ángel Buonarroti (arquitecto, escultor y pintor italiano renacentista 1475 – 1564) que se hiciera cargo del proyecto.
Miguel Ángel trabajó arduamente y finalmente en octubre
de 1512 terminó las pinturas de la
bóveda y los lunetos, en las que
representó las Historias del Génesis
(desde la creación del hombre hasta la expulsión del paraíso, el diluvio y la
familia de Noé). Julio II inauguró la capilla el 1 de noviembre del mismos año con una
misa solemne.
21 años
después, el Papa Clemente VII de' Medici (1523 - 1534)
encargó a Miguel Ángel una nueva modificación a la decoración, en esta ocasión
le pidió que pintara el Juicio Final
en la pared del altar; ocasionando así que se perdieran para siempre algunos de
los frescos del siglo XV. Este fresco se comenzó en 1536 y se concluyó en 1541,
bajo el papado de Pablo III.
A
mediados del siglo XVI se restauraron los frescos de la pared de entrada, los
cuales habían sufrido grandes daños durante la caída de la puerta en 1522.
Entre 1979 y 1999 todos los frescos de la Capilla Sixtina fueron restaurados.
"La Capilla Sixtina es el lugar que para todo Papa encierra el
recuerdo de un día especial de su vida... Justamente en este sitio, en este
espacio sagrado, se recogen los Cardenales, en espera de la manifestación de la
voluntad de Cristo con respecto al Sucesor de San Pedro.”
(Juan Pablo II)
Samantha Aguilar
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