domingo, 1 de junio de 2014

PIEDRA DE ROSETTA


La piedra de Rosetta, cuenta con inscripciones en egipcio, demótico y griego antiguo, y es considerado el elemento clave para descifrar los jeroglíficos egipcios. Fue hallada a mediados de julio de 1799 en el norte de Egipto, cerca de la localidad de Rashid (Rosetta).

Se trata de un gran bloque de piedra granítica de unos 760 kilos, que en alguna época formaba parte de una estela, y en cuya cara pulida aparecen 3 tipos de escritura: la parte superior compuesta por 14 líneas en jeroglíficos egipcios, la parte central cuenta con 32 líneas en demótico y la parte inferior formada por 54 líneas en griego.

Bouchard, el oficial a cargo del destacamento militar, decidió llevar el bloque al Instituto de Egipto en El Cairo, donde fue analizada y se llegó a la conclusión de que los 3 epígrafes eran en realidad versiones de un mismo texto, un decreto sacerdotal publicado en Menfis en honor del faraón Ptolomeo V, y lo dataron  en el año 196 a.C.

En 1801, los ingleses vencieron a las tropas napoleónicas en Egipto y se llevaron la roca como botín de guerra a Londres; y aunque en el momento de su descubrimiento la Piedra de Rosetta fue una pieza importante, no fue hasta 2 décadas después (1822) que Jean-François Champollion (lingüista e historiador francés), con ayuda de una copia, finalmente descifró los jeroglíficos egipcios.


Hoy en día es la pieza más visitada del Museo Británico de Londres.


Samantha Aguilar

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