miércoles, 9 de diciembre de 2015

SANTA CLAUS


La leyenda de Santa Claus tiene sus orígenes en la figura de San Nicolás de Bari obispo de Myra, actualmente Turquía (280 – 350 d.C.) quien según se cuenta, antes de convertirse en monje entregó todos sus bienes a los menos afortunados; además que siempre se distinguió por su generosidad hacia los niños.

Fue durante la Edad Media cuando la leyenda de San Nicolás se expandió por toda Europa teniendo una excelente aceptación, sobre todo en Italia, Holanda y Alemania. Fueron precisamente los holandeses quienes llevaron el culto de este santo al Nuevo Mundo.

En 1809, el escritor norteamericano Washington Irving (1783-1859)  escribió un libro sobre algunas de las tradiciones holandesas titulado “Knickerbocker's History of New York” (La historia de Nueva York según Knickerbocker) en donde la figura de San Nicolás se transformó.

Irving despojó a San Nicolás de sus atributos religiosos y lo convirtió en un hombre mayor, gordo, generoso y sonriente y lo vistió con sombrero de alas, calzón y pipa holandesa. Según su historia, llegó a Nueva York a bordo de un barco holandés y desde su llegada se dedicó a arrojar regalos por las chimeneas, sobrevolando la ciudad en un trineo con ayuda de un caballo volador. Cabe mencionar que Irving lo denominó el "guardián de Nueva York" lo que causó que su popularidad en Estados Unidos creciera exponencialmente y comenzaran a festejarlo cada 6 de diciembre, fue entonces cuando su nombre holandés "Sinterklaas" o "Sinter Klaas" cambió a "Santa Claus".

En 1823 se publicó en el periódico Sentinel (El Centinela) de Nueva York, un poema anónimo titulado “A Visit of St. Nicholas” (Una visita de San Nicolás) el cual fue recibido de manera maravillosa y que contribuyó, en gran medida, a la evolución del personaje… En el poema, Santa Claus viajaba a bordo de un trineo tirado por renos y adornado por varias campanas, además que solía dejar los regalos dentro de calcetines y hacía su largo viaje cada 25 de diciembre.

Cabe mencionar que aunque el poema fue publicado de manera anónima, en 1862 se reconoció que fue un profesor de teología, Clement Moore, quien lo escribió.

En 1863 se publicó en el periódico Harper's Weekly el primer dibujo de Santa Claus trazado por un inmigrante alemán llamado Thomas Nast. Nast lo representó entrando por una chimenea y contaba con las características de un gnomo; con sus dibujos de los años siguientes (lo cuales siguieron apareciendo en el mismo periódico hasta 1886) la imagen de Santa siguió evolucionando: ganó estatura y peso adquiriendo una prominente barriga, además adquirió su ancho cinturón, el abeto, el muérdago y el acebo. En ocasiones fue dibujado presentado como un viajero del Polo Norte, en otras haciendo tareas del hogar lo cual lo convirtió en una figura más próxima y aceptable.

No se sabe a ciencia cierta quien fue el primero que pintó su abrigo de color rojo, algunos dicen que fue Nast cuando las técnicas de reproducción industrial hicieron posible la incorporación de colores, otros afirman que fue  el impresor de Boston, Louis Prang, quien ya en 1886 publicaba postales navideñas en las que aparecía Santa Claus.

Gracias a la posibilidad de hacer grandes tirajes de tarjetas, la figura de Santa se popularizó aún más, tanto que su imagen comenzó a utilizarse con fines publicitarios. Durante el siglo XIX           la figura se Santa Claus dejó de ser figura religiosa, convirtiéndose en emblema cultural y extendiéndose por todo el mundo.

En 1930 la imagen de Santa Claus fue utilizada, con mucho éxito, en la campaña publicitaria de Coca-Cola en donde se mostraba oyendo las peticiones de los niños en un centro comercial. Un año después Coca-Cola pidió al artista  Habdon Sundblom que remodelara la imagen de Santa y fue así como se hizo más alto,  gordo, de rostro alegre y bondadoso, ojos pícaros y amables, y lo vistió de color rojo con ribetes blancos (exactamente los colores oficiales de Coca-Cola). ¡Éste es el Santa que todos conocemos!



Samantha Aguilar

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