lunes, 12 de mayo de 2014

VOLADORES DE PAPANTLA

DESCUBRE MÉXICO



Se trata de una de las tradiciones antiguas más impresionantes que hoy en día se sigue realizando y aunque es 100% mexicana, se ha difundido por todo el mundo. Los voladores han llegado a presentarse en diferentes países como: Estados Unidos, España, Francia, Japón y Rusia; además, en el 2009 fue nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Resulta realmente extraordinario ver a 4 hombres literalmente "volando" de un poste de 30 metros, asegurados solamente por una cuerda atada alrededor de sus cinturas, pero es aún más impresionante ver al Caporal, es decir el músico, quien tocando un tambor y una flauta se balancea sobre una plataforma estrecha sin ningún tipo de seguridad.  

Por si esto fuera poco, el Caporal no sólo es el encargado de crear la música sino que también es parte de la danza. Se eleva para hacer frente a los 4 puntos cardinales, se inclina y abre los brazos, mantiene el balance con un solo pie al mismo tiempo que toca la flauta y el tambor… Cada uno de sus movimientos, te cautivan y quitan el aliento ya que cualquier error podría costarle la vida.

Desgraciadamente no se sabe el origen de esta tradición ya que durante la conquista, los españoles destruyeron muchos de los documentos y códices, sin embargo algunas costumbres permanecieron gracias a los relatos orales y a los materiales escritos realizados por los cronistas, quienes describieron esta danza como un juego.

Un mito Totonaca cuenta…

Hace mucho tiempo, una gran sequía afectó las tierras por lo que tanto el agua como los alimentos escasearon. Al ver la terrible situación, 5 jóvenes decidieron que debían enviar un mensaje a Xipe Totec (Dios de la fertilidad) para que las lluvias volvieran, por lo que se adentraron al bosque en busca del árbol más alto y recto.

Cuando encontraron el árbol que cumplía con las características deseadas, los muchachos pasaron la noche con él, ayunando y rogando para que el árbol les ayudara en su propósito; cuando amaneció, los bendijeron, lo cortaron  y lo llevaron a su aldea.

Una vez que encontraron el lugar ideal para su ritual, despojaron al árbol de sus hojas y ramas, y cavaron un agujero para fijarlo verticalmente. Los hombres adornaron sus cuerpos con plumas y amarraron sus cinturas con cuerdas para asegurase al poste, fue así como presentaron sus súplicas al Dios, volando con el sonido de la flauta y del tambor.

Tal parece que el rito tuvo buenos resultados ya que a partir de entonces esta celebración comenzó a realizarse cada año al inicio de la primavera, para esperar una buena fertilidad. Cabe mencionar que durante esta danza, la fertilidad es representada mediante el descenso de los danzantes, ya que esto simboliza la caída de la lluvia.



Samantha Aguilar

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