martes, 20 de mayo de 2014

HILO ROJO DEL DESTINO


Se trata de una creencia asiática que consiste en que todas las personas que están destinadas a conocerse, están unidos por un hilo rojo invisible amarrado en su dedo meñique, el cual puede enredarse o tensarse pero jamás romperse por lo que estas 2 personas estarán unidas sin importar el tiempo, la distancia y/o las circunstancia.

Esta leyenda surgió a raíz del descubrimiento de la arteria ulnar, la cual conecta el corazón con el dedo meñique, por lo que se comenzó a decir que  los hilos rojos del destino unían los meñiques con los corazones. En pocas palabras, estos hilos simbolizaban el interés compartido y la unión de los sentimientos.

Durante 1603 a 1867, surgió entre algunas mujeres japonesas la costumbre de amputarse el dedo meñique para demostrar su amor a sus maridos ya que esta acción pretendía simbolizar lealtad, obediencia y respeto.


Como sucede con la mayoría de las leyendas, existen muchas versiones:
                                                                                                                
Cuenta una leyenda japonesa que…
Hace muchos pero muchos años, existió una bruja muy poderosa que era capaz de ver el hilo rojo del destino, cuando el emperador de esas tierras se enteró de sus capacidades, la mandó traer ya que deseaba conocer a la mujer del otro lado de su hilo rojo. La bruja accedió a la petición por lo que comenzó a seguir el hilo del emperador, el cual los llevó hasta un mercado. La bruja se detuvo ante una pobre campesina que llevaba un bebé en brazos, invitó al emperador a que se acercara y le dijo “Aquí termina tu hilo”. Al escuchar esto el emperador enfureció ya que creyó que todo era un pesada broma y empujó a la campesina tirándola al suelo provocando que el bebé  se hiciera una gran herida en la frente, entonces ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza. Muchos años después, cuando llegó el momento en que debía casarse, su corte le recomendó que desposara a la hija de un general muy poderoso, el emperador aceptó. El día de la boda, el novio conoció por primera vez a la joven y cuál fue su sorpresa al retirar el velo que cubría su rostro… se encontró con una hermosa muchacha  que tenía una peculiar cicatriz en la frente, una cicatriz que le recordaría que su destino había pasado delante de él y que al no querer verlo había herido a la persona que estaba destinada a amarle.

Otra versión dice que en la luna vive un anciano que sale todas las noches para buscar entre las almas de la tierra todas aquellas que están predestinadas a conocerse y unirse. Una vez identificadas, el hombre de la luna las ata con un hilo rojo para que no puedan perderse hasta que se encuentren.

La leyenda china narra…
El abuelo de la luna ata un hilo rojo en la muñeca de cada bebe que nace, el cual a su vez está atado a muchos otros hilos que sujetan las muñecas de todas las personas con las que ese niño está destinado a encontrarse a lo largo de su vida. A medida que va creciendo, los hilos se van acortando, acercando cada vez más a aquellas personas sin importar el tiempo, el lugar o las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse pero nunca romperse.


Samantha Aguilar

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