Durante la época vikinga un grupo de guerreros se hicieron famosos por combatir vistiendo solamente pieles de animales, sin ningún tipo de armadura, y eran temidos por su destreza y ferocidad. Se decía que estos guerreros eran capaces de hacer cosas que los humanos normales no podrían y que eran indestructibles.
Los berserker eran considerados, dentro del ejército, la élite vikinga ya que se destacaban por su agresividad; durante la batalla mostraban una actitud eufórica, eran muy despiadados, no tenían control y, según las leyendas, que parecían insensibles al dolor y que iban a la batalla sin ningún tipo de temor. Estos luchadores desafiaban a la muerte en cada batalla en una búsqueda constante del Valhalla (salón de la mitología nórdica donde se dice que descansan los guerreros que mueren en batalla).
El nombre ber sekyr (camisa de oso) procede de la costumbre de cubrirse ya fuera con pieles de osos o de lobos para llenarse de su fuerza y ferocidad, sin embargo, el secreto de su furia al pelear residía en las drogas que tomaban para entrar en trance antes del combate.
Según diversos estudiosos de la cultura vikinga, la agresividad sin medida de los berserks se debía al hongo Amanita muscaria, el cual es una droga psicoactiva que es capaz de producir alucinaciones. Como cualquier otra droga, su consumo producía efectos secundarios por lo que para evitarlos se dice que bebían la orina de alguien que hubiera consumido potaje de hongos.
Samantha Aguilar
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