lunes, 8 de septiembre de 2025

EXPERIMENTO UNIVERSO 25

Uno de los mayores temores globales de los años 60’s y 70’s era la incertidumbre de saber qué pasaría con la población si existiera una superpoblación extrema, fue así como el investigador del comportamiento y etólogo estadounidense John Calhoun diseñó el experimento 25.

El experimento consistía en permitir que  8 ratones albinos (4 machos y 4 hembras) se desarrollaran y produjeran en total libertad dentro de una enorme jaula, bautizada como  “La Buhardilla”, de 2,57 y 1,34 m de alto donde había todo lo que los ratones pudiesen desear; prácticamente se trataba de  un auténtico paraíso.

El experimento comenzó el 9 de julio de 1968, en un inicio todo marchaba bien ya que los ratones tenían todo lo que podían necesitar pero una vez llegados a la edad de reproducción, fue cuando el experimento realmente comenzó. 104 días después del inicio del experimento nació la primera camada de ratones dentro del Universo 25; y una vez que sucedió, cada 55 días aproximadamente la población se duplicaba. La población estaba creciendo de forma exponencial sin ningún tipo de control. Fue así como a tan sólo 315 días después del comienzo del experimento y con una población de 620 ratones, se dio el inicio del fin.

A partir de ese momento y a pesar de seguir contando con todos los recursos necesarios,  la población dejó de crecer tan rápido debido a la única limitación, el espacio disponible. Y aunque los ratones seguían reproduciéndose, la situación dentro del Universo 25 había dejado de ser el paraíso de hacía apenas 1 año.

Los ratones establecieron jerarquías y territorios dentro de la jaula en los que un macho dominante ejercía su influencia sobre las hembras y su descendencia. Cuando otro macho disputaba el territorio, el perdedor era exiliado pero en el Universo 25 no había donde ir por lo que el macho, derrotado física y psicológicamente, procedía a autoexiliarse en el centro de la jaula y dejaba de prestar atención al resto de ratones. Fue así como poco a poco, el grupo de ratones exiliados, fue creciendo y de nuevo, la falta de espacio, propició los ataques dentro de este grupo, estos ratones heridos, atacaban a otros machos y así la población comenzó a caer en una espiral de violencia sin fin.

Cuando los machos dominantes comenzaron a perder poder en su territorio, los exiliados comenzaron a realizar incursiones para reproducirse con las hembras. Estas incursiones solían ir acompañadas de violencia extrema, especialmente contra los adultos jóvenes o las crías por lo que las hembras trataban de defenderse, de huir con sus crías o, en el peor de los casos, las abandonaban o las devoraban. Fue así como el día 560 tras el comienzo del experimento, con 2200 ratones viviendo en el universo, la población comenzó a decrecer.

A partir del día 600, casi 2 años del inicio del experimento, la natalidad descendió ya que los pocos embarazos que había no resultaban exitosos, y las crías que lograban nacer eran automáticamente abandonadas o devoradas por sus madres para evitar enfrentamientos; la mortalidad infantil se disparó, alcanzando tasas de hasta el 96 %; a partir de ese momento, la población estaba condenada a desaparecer. Fue en ese momento que la sociedad de ratones entró en lo que Calhoun denominó el "drenaje conductual": los ratones olvidaron cómo aparearse, criar o incluso interactuar normalmente.

El experimento evidenció que, incluso con abundancia de recursos, el comportamiento y la estructura social son cruciales para la supervivencia. La sobrepoblación generó una degeneración social y un agotamiento conductual que llevó a la extinción de la población.

Samantha Aguilar

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