lunes, 26 de febrero de 2024

EL TERROR PARA NIÑOS “SOFT HORROR”


Se dice que todo tiene una versión “infantil”, el romance tierno y dulce, las peleas de goma y sin dolor directo o simplemente los chistes inocentes. Pero, ¿puede el “Terror” tener su versión “infantil”? Hay algo que se puede catalogar como eso, y eso es el “Soft Horror”.

Hay que recordar que la RAE define el horror como: “un sentimiento intenso causado por algo espantoso”. A lo que concluimos que el significado literal de “Soft Horror” es: un sentimiento no tan intenso o leve de algo espantoso.

Pero en internet, este término se usa para referirse a los productos (videojuegos, películas, series, etc) que tienen un tinte o datan del género del horror pero con personajes de un origen no “oscuro” sino de linde “infantil” o “para niños” (caricaturas, juguetes, animatrónicos de fiesta, etc).

Las caras más reconocidas de este estilo de productos son en mayoría los videojuegos, siendo: Five Nights at Freddy´s (el que muchos dicen inició con la moda de esta clase de juegos), Bendy and the ink machine, Poppy Playtime, etc. Siendo estos juegos que tomaron conceptos infantiles (animatrónicos de pizzería para fiestas, juguetes para niños, peluches o las caricaturas) colocándolos en un entorno y contexto hecho para dar miedo; no siendo explícito, pero aun así guardando una historia profunda de fondo para los que deciden indagar a mayor profundidad.

Varios tachan este “subgénero” por no dar miedo en realidad y ser hecho “para niños”, puesto que los personajes de estos productos (mayormente coloridos) sacan mayoría de provecho de su mercancía vendida a este público menor (juguetes, figuras, peluches) más que de sus productos originales donde detallan la historia de éstos.

¿Pero en realidad esto “afecta al mundo del terror” como varios afirman? Al final “para gustos colores”. Pero la fama de estos productos delata su éxito entre el público y muchos están entrando al mundo de crear historias o productos de terror desde este “subgénero” y puede que siga siendo así mientras funcione.

Pablo Quintanar

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