Por irreal que suene, aún en el siglo XXI existen algunos lugares en donde, ya sea por religión, tradición o normas culturales, prohíben la entrada de las mujeres. Uno de ellos es el Monte Ōmine, ubicado en Japón.
Declarado en 2004 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Monte Ōmine es importante por su papel espiritual como parte de los "Lugares Sagrados y Rutas de Peregrinación de la Cordillera de Kii"; sin embargo, desde hace más de 1300 años que las mujeres tenemos prohibida la entrada a la cima del Monte.
Tanto los templos y santuarios sintoístas (Leer más…) como
budistas (Leer más…) de la zona han atraído durante mucho tiempo a ascetas (personas que viven
voluntariamente de forma austera) viajeros e incluso miembros de la familia
imperial, pero simplemente las mujeres NO podemos entrar. La prohibición tiene
sus raíces en antiguas creencias
budistas sobre la pureza y la inferioridad espiritual percibida de las
mujeres.
De hecho, en la base de la montaña se puede ver una señal que sobresale y en donde se puede leer "No se admiten mujeres", y un pilar de piedra marca el límite más allá del cual no se nos permite la entrada.
Samantha Aguilar


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