martes, 2 de septiembre de 2025

LA DECIMATIO: El castigo más cruel de las legiones romanas

En el ejército romano, la lealtad y la disciplina no eran negociables por lo que los generales mantenían una disciplina dura, y no dudaban en utilizar el miedo y la represión entre sus propios hombres, llegando incluso a aplicar castigos inhumanos, uno de ellos era la decimatio.

Sin lugar a dudas la decimatio era uno de los castigos más temidos y crueles ya que no solamente consistía en violencia física sino que entraba en el castigo psicológico ya que buscaba infundir un terror colectivo que garantizara la obediencia más absoluta, fortaleciendo la unidad del ejército más allá de la motivación individual de cada soldado.

Este castigo se aplicaba a las unidades acusadas de cobardía, insubordinación o deserción y consistía en ejecutar, al azar, a 1 de cada 10 soldados de una unidad; lo peor de todo era que eran sus propios compañeros quienes debían darle muerte. El comandante decidía el método a utiliza para la ejecución, los cuales podían ser la lapidación (apedreamiento) o los golpes, lo que intensificaba el sufrimiento y la presión mental para todos los involucrados.

Su objetivo no era castigar a los culpables, por lo que se hacía de forma aleatoria, el propósito de la decimatio era aterrorizar a los supervivientes para que jamás volvieran a mostrar cobardía y lucharan hasta al final.

Para los romanos, la decimatio tenía un doble propósito: por un lado, reforzaba la idea de que el ejército era una unidad indivisible por lo que el error de uno era el error de todos y por otro, sembraba un miedo tan intenso que algunos soldados preferían luchar hasta la muerte antes que arriesgarse a ser diezmados por sus propios compañeros.

Cabe mencionar que la decimatio no se aplicaba de manera habitual, más bien era una medida extrema a la que solamente se recurría en momentos de crisis, cuando un comandante necesitaba imponer la disciplina de manera radical.

Samantha Aguilar

lunes, 1 de septiembre de 2025

¿LOS COLORES TIENEN GÉNERO?

Aunque es verdad que en los últimos años, la ropa infantil ha sido objeto de análisis y críticas debido a un ejemplo de sexismo en los colores utilizados dependiendo el género del bebé, la realidad es que muchas personas siguen identificado el rosa con las niñas y el azul con los niños.

Si nos remontamos al siglo XIX normalmente se solía vestir a los pequeños con blanco o incluso negro y se utilizaban materiales más pesados como el terciopelo, y es a partir de inicios del siglo XX en el que se empiezan a usar colores diferentes para la vestimenta de los niños dependiendo de su género; de hecho antes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) estos colores se intercambiaban sin problema.

Es importante mencionar que históricamente los colores se asociaban a la inversa, es decir, el rosa era usado para los niños y el azul para niñas debido a que los uniformes militares eran en su mayoría rojos por lo que llevados al mundo infantil se transformaba en rosa. En cambio, el azul se identificaba con la pureza, la suavidad y lo delicado, aunque se utilizaba indistintamente para el género femenino como masculino.

De hecho, en 1927 la revista Time publicó una lista de colores que sugería que el rosa era adecuado para los niños y el azul para las niñas; lo cual  coincidía con las opiniones de los principales vendedores estadounidenses de la época, quienes recomendaban a los padres vestir a los niños con rosa y a las niñas con azul. Entonces, cuándo es que se comienza a extender la asociación femenino-rosa/masculino-azul.

Sorprendentemente no es hasta los años ochenta que la publicidad, los fabricantes y la sociedad cambia radicalmente en su categorización de estos colores por géneros, también es este momento en el que se comienza a usar los tonos pasteles y cuando se empiezan a comercializar a grandes niveles juguetes diferenciados por sexos y colores.

Samantha Aguilar