Se trata de un trastorno que hace referencia a la tendencia de algunas personas que, movidas por su falta de autoestima e inseguridades, sienten rechazo hacia aquellas personas que son diferentes a ellos, generalmente positivas o que son sobresalientes en algún ámbito.
Las personas que lo padecen suelen tener intentos de boicot e intentan eclipsar a las personas que sobresalen, llegando en algunos casos a menospreciarlas abiertamente o incluso a mantener actitudes de discriminación o acoso hacia ellas.
Son personas que critican a quien destaca por alguna capacidad, habilidad, iniciativa, idea, popularidad, etc.; evitando relacionarse con ella y tratando de evitar que los demás la acepten o la elogien, buscando además su desacreditación, su desprestigio y su aislamiento e intentando causarle malestar y sufrimiento. En pocas palabras podríamos decir que este síndrome hace que quien la sufre se muestre intolerante ante los éxitos de los demás.
Cabe aclarar que el Síndrome de Procusto no es un trastorno clínico registrado por lo que no aparece en el Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V), sin embargo sí constituye una patología psicológica cuyo nombre procede de la mitología griega en donde su significado literal es: “Lo padecen aquellos que cortan la cabeza o los pies de quien sobresale”.
Samantha Aguilar
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