Sin temor a equivocarme, podría decir que el
símbolo de la medicina (una serpiente enrollada en una vara) es uno de los más
reconocidos a nivel mundial pero alguna vez te has preguntado de dónde
proviene.
También denominado bastón de
Esculapio, apareció en el siglo IX a.C. y cuenta la leyenda que…
El médico griego Esculapio estaba en casa de
Glauco, quien se hallaba al borde de la muerte, cuando de repente apareció una
serpiente por lo que el médico la mató con su bastón, apenas la había golpeado
cuando otra culebra entró en el dormitorio del moribundo llevando en su boca
unas extrañas hierbas con las que revivió a su compañera; Esculapio al ver el
milagro, decidió utilizar esas mismas hierbas en el enfermo, quien sanó. El
médico Esculapio vivió en Tesalia y después de su muerte fue inmortalizado en
la mitología griega.
De acuerdo a la mitología griega Esculapio,
el dios la medicina, aprendió el arte de la curación tanto de su padre Apolo
como del centauro Chiron. Se creía que tenía el poder de resucitar a los
muertos por lo que Zeus, preocupado de que hiciera inmortales a los
humanos terminó con su vida por medio de un rayo.
Aunque esta es la versión más aceptada y
conocida de este símbolo, también es posible relacionarlo con la historia bíblica
“La
serpiente de bronce” (Números 21:4-9) El pueblo de
Israel al estar cansado de andar por el desierto, comienza a hablar mal tanto
de Dios como de Moisés por lo que “Y Jehová envió entre el pueblo serpientes
ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel” (Números
21:6) el pueblo arrepentido le pidió a Moisés que orara por ellos para que Dios
los perdonara… “Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla
sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.”
(Números 21:8).
Samantha Aguilar
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